Organice sus finanzas para que este 2019 sí le alcance el dinero
Uno de los propósitos que no debería faltar en su lista es tener un presupuesto personal y mensual.
Hacer una planificación financiera desde enero es la mejor forma para lograr que ese sueldo que recibe cada quincena o mes le rinda y evitar tener que apretarse el cinturón de manera inesperada.
El primer paso para organizar su bolsillo es hacer un presupuesto personal cada mes: tener claros sus ingresos y sus gastos fijos.
Según Sebastián Rodríguez Reyes, entrenador con énfasis en finanzas personales, si está empezando a organizar sus finanzas, recomienda incluir cuatro cuentas principales dentro de su presupuesto mensual: la de necesidades, la de libertad financiera, la de dar y la de diversión.
La primera cuenta es la de necesidades, que se dividen en tres: inmediatas, de mediano y de largo plazo. En las inmediatas están los servicios públicos, el teléfono, el transporte, la alimentación, el arriendo, la pensión escolar, las deudas, entre otras.
En las necesidades de mediano plazo (de tres a seis meses) entran cosas como el mantenimiento del carro, los productos para el aseo del hogar y del cuerpo, entre otros. El impuesto predial, de rodamiento, el soat, la matrícula, los útiles y los uniformes escolares, las cesantías y vacaciones de la empleada, hacen parte de las necesidades a largo plazo. Estos son gastos fijos anuales.
La segunda cuenta –que Rodríguez considera la más importante– es la de libertad financiera: reunir capital a través del ahorro para hacer las inversiones que lo van a hacer libre económicamente en el futuro. Nunca lo gaste, reinviértalo o úselo para buscar más ganancias. Lo ideal es ahorrar el 10 por ciento de sus ingresos.
Juan Diego Gómez, autor del bestseller Ideas millonarias y entrenador en finanzas personales y transformación de vida, recomienda invertir su dinero en cosas cuyo comportamiento futuro dependa de usted, por ejemplo, en el activo que más conoce: usted mismo. Invierta en su propósito de vida, en su negocio, capacitaciones, libros, viajes, experiencias, en la educación de sus hijos. “Cuando invierte en usted, se le nota, y cuando no, también”, afirma Gómez.
La tercera es la cuenta del dar, que consiste en contribuir a una buena causa como una manera de agradecer lo que ha recibido. Según Sebastián, la contribución activa la ley de recibir. “Yo recomiendo donar el 10 por ciento de los ingresos. Una buena manera de contribuir es dando propinas extra en los restaurantes”, señala.
También hay otras maneras de agradecer que no implican dinero. Según Juan Diego, no se trata solo de dar propina o limosna, sino de compartir su talento con más personas, pues muchos necesitan lo que usted sabe. Incluso, si comparte su experiencia de vida y las dificultades que ha superado a través de videos, blogs o un sitio web, este esfuerzo puede aterrizar en su cuenta bancaria.
“Si hace del 2019 un año de más inteligencia emocional, más abrazos, sonrisas y escucha, no solo aumentará su riqueza interior sino también su riqueza exterior. Cuando se vuelve más mágico por dentro, su realidad exterior cambia”, afirma Juan Diego.
La cuarta cuenta que debe tener presente es la de diversión o entretenimiento (un concierto, una salida a comer, darse un gusto), a la que debe destinar el 10 por ciento de sus ingresos. Rodríguez resalta que esta actividad es tan importante como las demás.
Un poco más allá
Hay dos cuentas adicionales que Rodríguez recomienda a las personas que tienen más experiencia en la planeación financiera, y una de ellas es la de educación. Lo ideal es que destine el 10 por ciento de su salario para este fin. Recomienda buscar seminarios, conferencias y charlas, más que maestrías o doctorados. “La educación tradicional nunca te va a dar la retribución económica que te da un seminario”, afirma.
Por último, está la cuenta de ahorro de gastos a largo plazo, que son proyecciones a un año y medio o dos. Para ella debe destinar el 10 por ciento de sus ingresos y debe tener en cuenta sus metas, como un carro o una casa nueva; los imprevistos, como el robo de su celular o un accidente de tránsito, y las proyecciones de la vida en general, como la educación de sus hijos.
Según Juan Diego Gómez, es importante tener varias fuentes de ingresos, porque “depender de un salario es un suicidio financiero”. No es necesario estar en apuros económicos para que se le ocurran ideas de negocios y las empiece a hacer realidad. “Se debe llegar a un punto tal, y eso es libertad financiera, en el que no se preocupe por cuánto le van a pagar”, afirma Gómez.
Para los expertos, la solución a la crisis financiera de muchas personas es salir de su zona de confort. Cuando se atreva a mirar más allá de su horizonte habitual, se le ocurrirán nuevas ideas de negocio que lo ayudarán a alcanzar la libertad financiera que tanto desea. Pero si se queda quieto en lo que ya conoce, recorrerá los mismos caminos que lo van a llevar al mismo destino./El Economista