Los bancos en Bolivia vienen generando menos utilidades que sus pares en la región. Sus indicadores principales, en las posiciones más bajas y en deterioro.
Bolivia ocupa el lugar 14 entre 17 países de la región en rentabilidad patrimonial, sólo supera a Costa Rica, El Salvador y Nicaragua y se sitúa por debajo del promedio de la región, indica el último Informe de la Federación Latinoamericana de Bancos (FELABAN).
Esto refleja que este sector en Bolivia presenta una rentabilidad sobre patrimonio (ROE) de 10,7%, por debajo del promedio regional que llega a 15,85%. Con datos al primer trimestre de los últimos 3 años. “Esto nos dice que los bancos en Bolivia vienen generando menos utilidades que sus pares en la región. En resumen, sus indicadores principales, en las posiciones más bajas y en deterioro”, dijo el economista y analista experto en banca, Walter Morales Carrasco.
Es indiscutible que en nuestro país el sistema financiero no ha estado exento del favorable ciclo que permitió un crecimiento exponencial en muchas variables, incluyendo las utilidades.
Sin embargo, aunque todavía son favorables los resultados, también en términos reales están disminuyendo. Por otro lado, si bien pueden existir índices que no consideran los impuestos para comparar adecuadamente, dada la heterogeneidad, corresponde hacerlo, más aún en Bolivia donde existen fuertes presiones tributarias y adicionales, precisamente en la banca, señaló el analista.
Por su lado, en un comunicado de prensa, Nelson Villalobos, Secretario Ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (ASOBAN) indicó que la generación de capital interno es primordial, tanto para mantener la resiliencia del sistema bancario frente a choques adversos, como para continuar manejando eficientemente la gestión de riesgos, manteniendo un perfil que preserve una sana relación entre éste y la rentabilidad esperada.
El titular de ASOBAN indicó que el ROE reportado por FELABAN es una cifra que toma en cuenta la rentabilidad después de impuestos “a diferencia de otros organismos que reportan la rentabilidad de la banca sin tomar en cuenta la presión tributaria, que en Bolivia es mayor a la de otros países”.
Añadió que “la rentabilidad medida a través del ROE después de impuestos, es un indicador válido para medir la solvencia patrimonial, ya que denota la capacidad de generación interna de capital, lo cual se vincula con el crecimiento esperado del sector, y se constituye además en un elemento relevante para atraer nuevas inversiones”.
Villalobos enfatizó que lo anterior es reconocido por distintos organismos internacionales, incluido el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que, dadas las diferencias en la carga impositiva aplicada a la industria financiera, tomar en cuenta el efecto de los impuestos para calcular el ROE es absolutamente válido.
Morales indicó que los motivos para los resultados observados tienen que ver con varios factores: el primero tiene que ver con el menor dinamismo económico, que exige competir por un mercado cada vez más reducido y con riesgo creciente.
En ese contexto, con límites de cartera y tasas reguladas, los márgenes dan poco espacio y obligan a generar eficiencias con diferentes acciones, incluyendo la urgencia tecnológica, pero también parecen tentar a tomar posiciones menos cautelosas para seguir generando resultados positivos, cuanto más se pueda, dijo Morales.
Entonces aquí se entremezclan en alerta factores de regulación y utilización de la banca como política económica expansiva y redistribuidora, pero al mismo tiempo la necesidad de los propios bancos por justificar y respaldar su inversión con utilidades. Estas últimas son cruciales no solo como señalizadoras idóneas del capital, pero fundamentalmente porque permiten precautelar los ahorros en un sector altamente apalancado y para mantener el crédito fluyendo, concluyó el analista financiero.