Se cree que la zona de confort es un concepto que tiene poco que ver con los negocios; sin embargo, puede ser una gran oportunidad para generar crecimiento empresarial, si te mantienes en ella y la desarrollas.
Generalmente nos enfocamos en hacer las cosas en las que nos sentimos más cómodos, más seguros. Por ejemplo, en la ejecución, mi socia prefiere presentar una propuesta de negocios de manera individual a un potencial cliente, en cambio yo prefiero hacerlo de manera grupal en un desayuno trabajo. Otro ejemplo, respecto el aprendizaje, mientras estás leyendo este artículo, otras personas están en un seminario o están leyendo un libro y así avanzamos, aprendemos muchas cosas nuevas. Hay distintas cosas para las cuales tenemos distintos niveles de confianza.
Lamentablemente, para la mayoría de las personas su enfoque en cuanto al aprendizaje no considera su ejecución inmediata, no implementan lo aprendido; por el contrario, luego de aprender algo nuevo la primera barrera mental es: “esto es muy interesante, pero quizás es demasiado para mí, no estoy seguro de querer hacer esto todavía, no es el momento adecuado, no estoy preparado…”
Entonces, ¿cómo superamos estas barreras mentales? ¿Cómo nos beneficiamos del poder de la zona de confort? Porque seamos claros, no tiene sentido invertir tiempo, dinero y energías en ir al seminario o al taller o leer este artículo si no te genera cambios y continúas haciendo lo mismo de siempre y además esperas resultados diferentes, ¿verdad?
Nuestra meta tiene que ser generar cambios y que sean a largo plazo, para poder generar los resultados que estamos buscando: aquellos que visionamos cuando decidimos emprender.
Si esto te hace sentido, entonces seguramente te estarás preguntando ¿Qué es esto de la zona de confort? y ¿de dónde viene?
Sencillamente son las cosas con las cuales estás cómodo, con las que estás acostumbrado; es decir, cosas que ya has hecho antes. La pregunta es: ¿dónde quedan las cosas que nunca has hecho antes? Hay tantas cosas que van a quedar fuera de tu zona de confort, por lógica. Pero eso no debería significar que son incómodas, debería significar que son más emocionantes que incómodas.
Cuando decidimos hacer algo nuevo, cuando queremos hacer un cambio significativo en nuestras vidas o cuando vamos a tomar una decisión importante, generalmente experimentamos dos sentimientos: Miedo y Emoción.
En algunas ocasiones gana el miedo y en otras la emoción, dependiendo del día y la situación. Pero el preciso momento en el que salimos de la zona de confort, hace su ingreso el miedo y por lo general supera a la emoción. Ese punto de la zona de confort consiste en hacer cosas que no has hecho antes; por definición, la mayor parte de tu vida nunca has hecho la mayoría de las cosas. No son la minoría de las cosas las que no has hecho, son la mayoría. Entonces, podemos concluir que la zona de confort como tal, no tiene mucho sentido, a menos que aprendamos a estar cómodos con todas las cosas que no hemos hecho antes. Y cuando piensas en esta gran lista, te das cuenta que son muchísimas las cosas con las que te tienes que sentir cómodo. Entonces, cada uno de nosotros debe decidir a qué nivel quiere jugar este juego: el juego de los negocios.
Mientras más grandes son las metas y los retos, más son las cosas con las que te tienes que sentir cómodo.
Entonces, ¿cómo desarrollamos nuestra zona de confort?
- Aprendiendo cosas nuevas de manera permanente,
- Hablando con otras personas que ya han logrado lo que estamos buscando o que ya han llegado al sitial que queremos llegar,
- Probando cosas nuevas,
- Y principalmente: ¡entrando en acción! Esta es la manera número 1 para desarrollar la zona de confort.
Si has llegado hasta este punto, seguramente estarás pensando: “Tomar acción a la primera, ¡no es así de fácil!” Claro, la primera barrera mental para tomar acción es el miedo. Siempre va estar presente, aunque seas muy valiente. Con todo esto en mente, estarás de acuerdo, que el objetivo del juego de los negocios es ejecutar acciones por encima de nuestros miedos.
Entonces, tu zona de confort, ¿qué tan grande es? y ¿Qué tan grande quieres que sea? Si quieres alcanzar los resultados que visionaste cuando decidiste emprender, ¿qué necesitas agregarle a tu zona de confort?
Es un punto muy interesante en el que hay que sentarse un momento y observar. La pregunta correcta debería ser: ¿En qué tengo que estar más cómodo para alcanzar el éxito? ¿Cómo consigo estar más cómodo ejecutando las cosas que necesito ejecutar para tener éxito?
Puede que necesites tener más confianza con ventas, mercadotecnia o la administración financiera.
Pero, sea lo que sea, si te enfocas en descubrir en cual área necesitas estar más cómodo y comienzas a desarrollar esa zona de confort, el éxito llegará muy rápidamente a tu empresa.

Director Blamen Group