Es hora que en los colegios se enseñen las Soft Skills. De esta manera crearemos una generación productiva que no andará mirando atrás con el temor de ser reemplazada en cualquier por una máquina.
En mi supina ignorancia juvenil pensaba que la productividad solo tenía que ver con máquinas y procesos. Imaginaba hombres trabajando a la fuerza y sudando versus máquinas robóticas que hacían el mismo trabajo más rápido y sin cansarse.
La verdad, observando la actualidad mundial, no anduve lejos. El reemplazo del trabajo manual por el automatizado está a la orden del día. Las estadísticas evidencian que esta búsqueda por hacer mejor, más rápido y con menor costo cualquier cosa, es una avanzada sin freno. Ya no es tendencia, es realidad. Ahora bien, ¿qué hacemos frente a un mundo con nuevas reglas laborales? Quizás la respuesta es más simple de lo que pensamos: Elevar nuestra productividad personal.
Porque existe otra parte del mundo que seguirá contando con el valioso aporte del talento humano. El pensar mejor. Ya que lo físico puede ser reemplazable, pero el pensamiento creativo –en particular- en el campo de los servicios, sigue siendo la variable que marca la diferencia competitiva. Y como usted sabrá, desde hace mucho tiempo, el planeta dejó de ser extremadamente fabril para convertirse en un universo de más y nuevos servicios.
Ahora bien, ¿Cómo elevar la productividad? Trabajando mejor, no más tiempo. Los resultados están por encima de las horas/hombre. Y esta nueva visión debe ser entendida por los líderes que aún se manejan pendientes del reloj de ingreso del personal.
La gran tarea para elevar la productividad personal será generar valor agregado para la empresa utilizando el tiempo de la manera más sabia posible.
Gracias a la tecnología, hoy disponemos de una enorme cantidad de aplicaciones gratuitas -y también pagas- para mejorar la administración de nuestro tiempo y trabajo, entre ellas FocusList, Forest, Strides, Hours y Scanbots. Sin embargo debo aclarar que elevar la productividad personal también pasa por el desarrollo de las habilidades blandas o Soft Skills.
Las más importantes según Udemy –uno de los sitios top online de capacitación empresaria- son la habilidad para resolver conflictos, la administración del stress, la inteligencia emocional, la sana gestión del cambio y la resolución colaborativa de problemas. En fin, en la era de las máquinas (diría Isaac Asimov), aún el ser humano puede marcar la diferencia.
El problema es que en la mayoría de los casos, aprendemos a potenciar las habilidades blandas productivas en la misma empresa o trabajo, algo tan peligroso como que un doctor aprenda a operar correctamente haciendo y probando con varias cirugías.
Considero que ya es hora que en los colegios se enseñen las Soft Skills. De esta manera vamos a crear una generación productiva que no andará mirando atrás con el temor de ser reemplazada en cualquier momento por una máquina o proceso automatizado. Porque como Andrés Ortega (autor de “La imparable marcha de los robots”), plantea: La automatización nos coloca frente a un problema, ¿qué vamos a hacer con la gente superflua?
Pedro Cabrera: Consultor de Marketing & Conferencista Internacional.
Director de Hispanic Synergy Florida Group, USA