Lo nuevo de Los Tajibos, a Tribute Portfolio Hotel es una expresión peruana de fiesta, diversión distendida y relajada.
Nazca emerge como un tributo a la herencia costera del Perú, llevando consigo la esencia de la cevichería tradicional peruana. Es el nuevo restaurante de Los Tajibos, a Tribute Portfolio Hotel, un rincón culinario en el que se despliega un festín de sabores que despiertan los sentidos con una sinfonía de frescura y audacia. Donde la esencia de la cocina marina se entrelaza en cada bocado como un ballet de notas gustativas que danzan en el paladar.
La sinuosa mixtura de cítricos besa la suavidad de los trozos de pescado y mariscos, como si la acidez y la dulzura se entrelazaran en un juego melódico. Las lascas de cilantro fresco, como hojas verdes de un pentagrama culinario, aportan una vibrante intensidad herbal que eleva cada mordisco a una experiencia sensorial única.
En el ambiente, el comensal se ve inmerso en una atmósfera de elegancia rústica, donde las texturas se entrelazan con detalles que evocan la cultura Nazca, desde motivos geométricos, hasta alusiones a sus divinidades ancestrales. Las paredes parecen murmullos de la historia, donde los secretos del pasado se funden con el presente en una danza de sabores.
El menú, cuidadosamente diseñado por el Chef Ejecutivo del Hotel, Diego Alcántara, un mago culinario que data una larga experiencia desde su adolescencia, despliega una sinfonía de platos que celebran la riqueza marina. Desde el ceviche clásico hasta anticuchos y tiraditos, cada bocado es una oda a la frescura de los ingredientes seleccionados con esmero.
“La esencia de Nazca está basada en una cevichería típica peruana, donde los ceviches, los tiraditos y las causas son los protagonistas. Nazca busca sabores puros de una cevichería sin ninguna fusión, pero con un valor diferenciado”, dijo Alcántara.
