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Revolución educativa: La IA y el nuevo rol del docente

La educación superior en Bolivia enfrenta distintos desafíos, desde el acceso hasta las disparidades socioeconómicas que restringen las oportunidades para una amplia cantidad de jóvenes, particularmente en las zonas rurales del país. Otro reto es la actualización de los contenidos curriculares y de las metodologías de enseñanza. Asimismo, el financiamiento representa un desafío: garantizar la sostenibilidad de las instituciones educativas y mantener costos accesibles que permitan la inclusión de estudiantes de todos los estratos sociales.
En ese sentido, desde la UTEPSA, indican que están trabajando activamente en estas áreas. “Hemos desarrollado programas de becas y convenios con diversas instituciones para ampliar el acceso, priorizamos la capacitación docente para asegurar altos estándares académicos y gestionamos alianzas estratégicas que fortalecen la sostenibilidad financiera y académica de nuestra institución.”, dijo su rector, Ruben Dabdoud.
Por su parte, Verónica Ágreda, rectora de Unifranz, enfatizó que la educación del futuro estará profundamente influenciada por la inteligencia artificial generativa. “Herramientas como tutores virtuales y modelos avanzados personalizarán la enseñanza, adaptándose a las necesidades de cada estudiante. Esto marcará un salto cuántico hacia una educación más inclusiva y equitativa”, explicó.
No obstante, en la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA) señalan que la calidad educativa se mide no solo en los conocimientos adquiridos, sino también en indicadores como empleabilidad, liderazgo, capacidad emprendedora, internacionalización, especialización, idiomas, investigación y relación con el entorno empresarial. En este marco, la UPSA ha implementado un plan estratégico denominado Plan Horizonte 2034, que busca posicionar la calidad académica como su eje central, incorporando innovaciones tecnológicas y la Inteligencia Artificial (IA) como parte fundamental del proceso formativo.
El eje transformador
La IA está revolucionando tanto el ámbito educativo como el mercado laboral. Según un informe del APEC Business Advisory Council, esta tecnología será imprescindible para desarrollar habilidades críticas como la alfabetización digital, el pensamiento computacional y la resolución creativa de problemas. En este contexto, las universidades bolivianas han comenzado a integrar la IA en sus planes de estudio.
Dabdoub detalló que UTEPSA incorporó contenidos de IA en las distintas carreras, abordándolos desde perspectivas técnicas, éticas y prácticas. “Hemos implementado laboratorios especializados y proyectos colaborativos para que los estudiantes experimenten aplicaciones reales de esta tecnología. Esto asegura que nuestros egresados sean líderes en un mercado cada vez más automatizado”, dijo.
Ágreda coincidió en que la IA generativa reducirá las barreras de acceso a la educación de calidad, particularmente en regiones con recursos limitados. “El State of the Future 20.0 del Millennium Project resalta que esta tecnología optimizará procesos y fomentará nuevas formas de aprendizaje colaborativo mediante entornos virtuales inmersivos”, añadió.
Sin duda, la IA está transformando la formación profesional al automatizar tareas, optimizar procesos y personalizar experiencias en diversos campos como salud, educación, marketing y finanzas. En la UPSA, la enseñanza de esta tecnología no se limita a los conocimientos técnicos, sino que incluye un enfoque ético y analítico, formando a estudiantes y docentes para interactuar con la IA de manera eficaz y reflexiva.
Los jóvenes, conocidos por adaptarse rápidamente a las innovaciones, requieren una formación que esté en sintonía con las demandas del mercado. En respuesta, desde 2024, la UPSA ofrece la carrera de Ingeniería Mecatrónica y Robótica, una combinación de ingeniería mecánica, eléctrica y electrónica con IA, programación y robótica. Esta carrera busca preparar a los estudiantes para diseñar sistemas automatizados y resolver problemas industriales complejos, integrando nuevas tecnologías de manufactura y control.
Además, los estudiantes tienen acceso a menciones de especialidad en áreas como Data Analysis, Artificial Intelligence y Networks & Telecommunications, que fortalecen su formación con un enfoque en tecnología y aplicación práctica.

Modernización
tecnológica y el rol docente
La formación continua de los docentes universitarios es otro desafío relevante en Bolivia. En la UPSA, se adoptó un modelo alumnicentrista, apoyado en la plataforma UPSA Virtual, que integra recursos tecnológicos y promueve el aprendizaje significativo. En los últimos dos años, se han desarrollado programas de capacitación en IA para los docentes, fortaleciendo sus competencias pedagógicas y tecnológicas, adaptándolas a las necesidades del mercado laboral y de los estudiantes.
Iniciativas como las de la UPSA demuestran que la innovación, la calidad académica y la incorporación de tecnologías emergentes son claves para preparar a las nuevas generaciones de profesionales que liderarán la transformación en sus campos.
En UTEPSA se han realizado inversiones en plataformas de gestión educativa, aulas interactivas y laboratorios especializados en tecnologías emergentes como la realidad aumentada. Estas herramientas no solo mejoran la experiencia educativa, sino que también preparan a docentes y estudiantes para los retos de un entorno digital en constante cambio.
El papel del docente también está en plena evolución. “El principal desafío es integrar herramientas tecnológicas y pedagógicas en las clases, especialmente para responder a una generación digitalizada”, explicó Dabdoub. UTEPSA ha desarrollado programas de formación continua que incluyen certificaciones internacionales y talleres para fomentar la innovación educativa.
Por su lado, Ágreda destacó que los docentes serán guías y mentores en esta nueva era. “Los profesores pasarán de ser transmisores de conocimiento a diseñadores de experiencias de aprendizaje. Utilizarán la IA para identificar las fortalezas y debilidades de los estudiantes y proporcionar apoyo personalizado. También tendrán la responsabilidad de enseñar a los estudiantes a interpretar críticamente los resultados generados por la IA, fomentando su pensamiento crítico y habilidades éticas”, apuntó.
Ambos rectores coinciden en que la formación docente debe ir más allá de lo técnico, fomentando la capacidad de interpretar resultados generados por la IA, con un enfoque crítico y ético.

Herramientas digitales
Aunque las ventajas de la digitalización son evidentes, persisten desafíos importantes. Ágreda identificó tres retos: cerrar la brecha digital, garantizar la privacidad de los datos y transformar la labor docente. “Es imperativo invertir en conectividad y alfabetización digital para que nadie quede rezagado”, advirtió.
En cuanto a las oportunidades, tanto Ágreda como Dabdoub coincidieron en que la personalización del aprendizaje será uno de los mayores avances. La IA permitirá ajustar contenidos y metodologías según las necesidades individuales de los estudiantes, potenciando su aprendizaje. Además, las herramientas digitales facilitarán el acceso a recursos globales de alta calidad, especialmente para estudiantes de áreas rurales o con barreras económicas.
“Estamos frente a un nuevo paradigma que abre la puerta a la innovación educativa, integrando contenidos como la ciencia de la computación, habilidades digitales y pensamiento crítico”, resaltó Dabdoub.

Modalidades
Por otro lado, la educación en línea, que ganó protagonismo durante la pandemia, será una modalidad muy demandada en los próximos años. Según Ágreda, estas plataformas no solo democratizan el acceso a la educación, sino que también permiten la capacitación continua y la adquisición de nuevas habilidades. “La flexibilidad y adaptabilidad de estas herramientas harán que el aprendizaje esté al alcance de todos”, aseguró.
Dabdoub añadió que la educación híbrida, que combina lo presencial y lo virtual, también es un modelo prometedor para Bolivia. “Estamos trabajando en crear una comunidad académica que no solo responda a las exigencias actuales, sino que también anticipe los cambios del futuro digital”, afirmó.
Tanto Dabdoub como Ágreda coinciden en que la educación del futuro debe ser inclusiva y equitativa. “Se deben diseñar estrategias que incluyan a todas las personas, asegurando que grupos históricamente excluidos, como las mujeres, participen activamente en esta transformación”, enfatizó Ágreda.
Lo líderes educativos, concluyen que la inteligencia artificial, junto con la modernización tecnológica, ofrece una oportunidad para rediseñar la educación en Bolivia. Sin embargo, lograrlo requerirá un enfoque colaborativo entre gobiernos, instituciones educativas, empresas y comunidades.

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