Recientemente se publicó que Bolivia y El Salvador son los dos países de América Latina donde las personas pueden jubilarse a una edad más temprana. Las autoridades de nuestro país expresaron satisfacción por este hecho, pero es fundamental aclarar que hay una gran diferencia entre jubilarse a una edad temprana con una pensión baja, como ocurre en Bolivia, y jubilarse en condiciones económicas más sostenibles, como en El Salvador. La diferencia entre ambos países está en los requisitos de aportes y en el monto de la pensión mínima, como se muestra en la siguiente tabla: (ver cuadro)
Esto implica que jubilarse a una edad temprana y con solo 10 años de aportes no garantiza una vejez digna. Un ingreso mínimo de Bs. 720.- (equivalentes a $us. 69.-) es insuficiente para cubrir las necesidades básicas, incluso si la persona vive sola.
Es positivo ampliar la cobertura del sistema de pensiones, incluyendo a trabajadores independientes, pero fijar como meta una pensión mínima implica serios riesgos para la sostenibilidad del sistema y la calidad de vida de los jubilados, lo cual afecta negativamente en tres áreas clave:
- Sostenibilidad del Fondo
Solidario:
La mayoría de las personas que aportan sobre el mínimo, y que se jubilan con 10 años de aporte, tienen como componente principal a la fracción solidaria que representa más del 70% de una pensión mínima de Bs. 720.-
Mantener la sostenibilidad del Fondo Solidario requerirá incrementos constantes en los aportes solidarios, tanto de los empleadores como de los trabajadores activos. - Riesgo en la sostenibilidad
de las Cajas de Salud:
La ley establece que todo jubilado tiene derecho a atención de salud, para lo cual se retiene el 3% de su pensión. En el caso de una pensión promedio de 2,000 Bs. esto se traduce en 60 Bs. mensuales, una cantidad insuficiente para cubrir atención médica integral, incluyendo medicamentos y procedimientos complejos. La situación empeora cuando se incentiva una jubilación con aportes mínimos: el 3% de una pensión de 720 Bs. es solo 21.60 Bs, insuficiente para brindar atención médica adecuada, mucho menos si se considera que la mayoría de los jubilados también extiende este derecho a su cónyuge.
Actualmente, muchas Cajas de Salud enfrentan serias dificultades para atender a sus asegurados debido a la falta de personal médico, infraestructura equipos y medicamentos. Con una creciente población de jubilados de pensiones mínimas y bajos aportes, estos problemas se agravan, ya que las contribuciones no cubren ni las necesidades básicas del sistema. - Crecimiento de la población
adulta mayor en situación de
pobreza:
El objetivo de una jubilación es proporcionar una vejez digna, pero con las pensiones bajas actuales, la población de adultos mayores en situación de pobreza sigue aumentando, enfrentando serias limitaciones para acceder a servicios de salud y cubrir sus necesidades.
No me enorgullece que Bolivia encabece el ranking en Sudamérica como el país que permite la jubilación con la menor edad y con solo 10 años de aporte.
Buscar el mínimo esfuerzo como objetivo es un pensamiento que no debe ser motivo de orgullo, ya que solo perpetúa la pobreza y la vulnerabilidad de nuestros mayores.