Los analistas y expertos coinciden en que se necesita formar nuevos talentos con ideas innovadoras, una legislación adecuada, e investigación y desarrollo para generar tecnología de impacto en el mundo.
El impacto del uso de las tenologías es transversal, desde la atención al cliente hasta los sistemas de pagos digitales. Hoy, la tecnología es un factor fundamental para entender cómo aprendemos, cómo nos relacionamos, cómo consumimos y qué contenidos revisamos. Pero no sólo implica un tema de hardware o software, sino de cambio de pensamiento. Lo que Nicholas Negroponte llama “el homo digitalis”.
En la línea del pensamiento de cómo generar buenas ideas, el consultor en Tecnología y Marketing Digital en la Agencia Bithumano, Marcelo Durán, dijo que las “buenas ideas” suelen ser independientes de la tecnología, porque se basan en resolver problemas cotidianos. Al respecto, las ideas innovadoras pueden tener un carácter global o local, de alto o bajo impacto, de masificación rápida o de nicho, pero si es relevante y de fácil adopción, será una idea con trascendencia.
“Si lees el origen de muchas plataformas como Netflix (donde el dueño descubrió el precio caro a pagar por la penalización en Blockbuster) verás que surgen como soluciones a otros problemas. Por lo tanto, ¿cómo generar esas ideas? (leer, oír, oler): Leer bien a la gente, oír los insights del mercado, y olfatear comercialmente el potencial de esa idea”, apuntó Durán.
En ese marco, el reto para Bolivia en cuanto a la revolución 4.0 es cambiar la estructura de pensamiento institucional donde todo trámite requiere de fotocopia de carnet en adelante.
“Hay una fuerte cultura de confianza al papel, al sello, a la firma y mejor si es en azul, al folder amarillo con copia y original. La revolución 4.0 podría estar mañana mismo acá no por un tema técnico, que lo tenemos en buena medida, sino sobre todo, por pensamiento digital. El reto está en incorporar procesos digitales de fácil adopción”, dijo el analista.
Al respecto, el presidente de la Cámara de Industria Comercio y Turismo de Santa Cruz (Cainco), Fernando Hurado, señaló que si bien hay avances en la penetración del internet, aún hay grandes brechas que superar para aprovechar las tecnologías.
En América Latina y el Caribe hay todavía 280 millones de personas que no usan internet, que es la base de revolución 4.0 donde sólo 4 de cada 10 hogares cuentan con una conexión de banda ancha fija y los accesos individuales a Internet móvil no superan el 50%, dijo Hurtado.
En Bolivia de cada 100 personas 45 hacen uso de internet. El nivel de adopción tecnológica de las empresas bolivianas es de 3,73 y el de Latinoamérica es de 4,44. En ese sentido, lo primero que se necesita es una mayor penetración del internet en los hogares y las empresas.
El segundo punto, dijo Hurtado es la legislación adecuada que posibilite el surgimiento de startups de base tecnológica. Actualmente estamos impulsando una ley de startups que les facilite condiciones y fundamentalmente el acceso a financiamiento.
Un tercer aspecto, apuntó el ejecutivo, es la inversión en Investigación y Desarrollo. Estamos en los niveles más bajos de la región y se tiene que hacer un esfuerzo en ese sentido, desde el sector público y el privado.
“Sobre estos puntos básicos podremos aprovechar las tecnologías que ya existen para construir sobre ellas soluciones para las necesidades del mercado”, remarcó el presidente de Cainco.
AVANCES EN BOLIVIA
Por otro lado, Durán señaló que en Bolivia existen casos interesantes de avances tecnológicos como: Diego Pantoja (Tarija) y su empresa LogFire vendida al gigante Oracle o la cantidad de empresas de Cochabamba que prestan servicios al extranjero. También, los eventos de entrenamiento y capacitación de Google, el centro de aprendizaje Elemental y otras tecnologías como Angular.
“Están pasando cosas interesantes y el impacto, si bien no es directo, se lo puede evidenciar en el interés desde los colegios en tema como robótica o programación y en las empresas que están empezando a apoyar estas actividades. Tal vez no tenemos definido nuestro rol en el proceso global tecnológico, pero sí pasamos de ser consumidores a productores en el último tiempo”, sostuvo el analista.
TECNOLOGÍA PROPIA
Desde el Estado se habla de la “soberanía tecnológica”, en diferentes instancias, la Agencia Boliviana del Espacio o la Ensambladora Quipus, pero el tema es un poco más complejo, porque involucra, sobre todo, educación desde la base: tener y desarrollar fuertes habilidades en Matemáticas y Física, estimular los proyectos de Ciencia, estimular el pensamiento crítico desde los estudiantes. De pronto, el colegio es la etapa fundamental para pensar en los próximos 20 años, en quienes ahora están en primaria, por lo tanto, cabe la pregunta de ¿qué están aprendiendo ahora? Porque esos son los resultados que tendremos a futuro, puntualizó Durán.
DESDE AFUERA
En febrero de este año, el portal Launchway Media resaltó 10 cualidades de transformación digital que tiene Bolivia y que atraen la mirada de inversionistas.
Agregó que el Gobierno, las instituciones financieras y las empresas privadas están incorporando más tecnologías digitales para que el país esté al día con sus homólogos de América del Sur. “Si bien Bolivia aún no ha desarrollado una sólida escena de inicio de tecnología, las nuevas iniciativas en todo el país están enseñando el poder del espíritu empresarial a la próxima generación”, señaló el informe.
HORACIO ROMERO, Expoteleinfo

“Veo que en Bolivia estamos con 0,01 % de innovación y tecnología, es una visión muy dura, porque una cosa es desarrollar una idea para innovar la distribución de boletines, y otra es la innovación tecnológica, que significa desarrollar una tecnología que no exista en el mundo, entonces en Bolivia, ¿cuántas de esas patentes tenemos?, no creo que tengamos muchas.
Definitivamente el país tiene que cambiar su chip, tenemos que preocuparnos porque no estamos generando innovación. Generamos buenas ideas y logramos un mercado, pero no son novedad si las llevas a un mercado internacional.
Hay que poner énfasis en apoyar a los que tienen ideas innovadoras y a los que generan emprendimientos. Se deben bajar los impuestos a los emprendimientos bolivianos, hay que ver la manera de generar ideas propias, hay mucho por hacer.
Las empresas están siempre proclives a asociarse con empresas extranjeras para traer tecnologías del mundo entero, y eso es bueno, pero creo que la imaginación del boliviano es fabulosa y eso se tendría que explotar para volver las ideas en emprendimientos y esos emprendimientos, volverlos empresas.
Como país no hemos generado empresas unicornio, como dice Marcelo Claure. Me gustaría que algún genio boliviano impacte en el mundo entero. Necesitamos desarrollar el conocimiento, necesitamos científicos, necesitamos un cambio en la educación”.
FERNANDO HURTADO, PRESIDENTE DE CAINCO

Estamos ante un cambio de ciclo en muchos aspectos. Por ejemplo, hay nuevas formas y prácticas de organización corporativa que están superando algunos modelos basados en las mejores prácticas que conocemos, y que se han seguido por muchos años. Estamos ante cambios muy importantes en el trabajo, negocios y la economía. Es importante discutir dónde nos está llevando la tecnología y cuál es nuestro rol en este nuevo contexto.
Estimaciones de organismos internacionales indican que el 67% de los puestos de trabajo en Bolivia podrían ser automatizados en la próxima década como consecuencia de la cuarta revolución industrial.
Eso, lejos de asustarnos por el fantasma de la pérdida de empleos, debe de generar un cambio en los niveles académicos para que se formen talentos de acuerdo a las habilidades que requieren las nuevas tecnologías.
Hay mucho talento en Bolivia y tenemos emprendedores con muchas ganas de implementar sus modelos de negocios en el país. Este ímpetu debe estar acompañado por una legislación que facilite la creación de empresas. Por ejemplo, estamos en el puesto 178 de 190 para la apertura de un negocio en el doing business.
Los costos fijos a los que se enfrentan las empresas, desde antes de comenzar a facturar, son elevados. Entonces necesitamos soluciones de parte de la legislación nacional, departamental y municipal que incentiven la creación de emprendimientos de base tecnológica.
Por otro lado, ha sido muy difícil sincronizar las investigaciones en el mundo académico con las necesidades del mercado y la inversión en investigación y desarrollo de las empresas ya establecidas, es incipiente.
Por ejemplo, Medellín es la ciudad que más invierte en la región en ciencia, tecnología e innovación, llegando al 2,14% de su PIB.
Su objetivo es claro: convertirse en la Silicon Valley de Latinoamérica. Este es un ejemplo que debemos reproducir, porque se ha coordinado la inversión privada, pública y la academia para dar soluciones reales a las necesidades de los ciudadanos y de sus empresas.
En Bolivia hay talento para el desarrollo de tecnologías, pero surgen limitaciones por falta de financiamiento y de incentivos en base a políticas públicas que impulsen el desarrollo de servicios y productos de base tecnológica. Por estas razones no podemos aprovechar las tecnologías a las que se tiene acceso e implementar modelos de negocios de base tecnológica que permitan un impacto en nuestra sociedad.
DUNIA BRAVO, COUNTRY MANAGER DE MICROSOF

En el marco de la Expoteleinfo 2019 soy parte del foro “Industria 4.0” y el tema que desarrollamos es sobre la generación que es protagonista de esta Cuarta Revolución Industrial, en el que la tecnología es un factor fundamental.
En ese sentido, considero que el principal reto para Bolivia en cuanto a la revolución 4.0, es el tema cultural. Es decir que debemos cambiar nuestra forma de pensar para entender que estamos en una nueva época y que hay nuevas formas de hacer las cosas.
También es vital el ámbito normativo, que genere las condiciones necesarias para avanzar. A todo esto hay que sumarle la disponibilidad de calidad de servicios para todas las personas.
Pero, ¿cómo vemos el avance en Bolivia en cuanto a tecnología?, pienso que ya estamos en la ruta y no hay retorno. En nuestro país nos caracterizamos por ser “early adopters” de tecnología.
En el tema de transformación digital tenemos grandes avances, aunque todavía nos queda mucho por hacer, y es allí donde debemos aportar desde diferentes ámbitos.
Para avanzar y generar nuestra propia tecnología, debemos involucrar a los diferentes actores: gobierno, industria y educación, por ejemplo. Es necesario tener aliados estratégicos especializados para poder dar pasos firmes en este área.