Muchos lectores luego de la pregunta por defecto que desafía el título del presente artículo, seguramente continúan con interrogantes, tales como: ¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Qué habría que hacer? ¿Para dónde vamos? De manera resumida mencionamos que: «La problemática de las divisas es la consecuencia de todo un camino recorrido y hoy el corto plazo es el día, el mediano plazo la semana y el largo plazo llegar a fin de mes» y en consecuencia para tener un panorama cabal es necesario mirar un poco en retrospectiva con el objetivo de entender el problema y avizorar alternativas de solución, en una suerte de mirar «tanto el retrovisor como el parabrisas». En tal sentido, se identifican tanto causas externas como internas que han generado su efecto directo en la economía y principalmente en sus dos variables más sensibles, el precio de la divisa, es decir el tipo de cambio y el poder adquisitivo de la moneda nacional, es decir la inflación.
Entre 2009 y 2020 la base monetaria de dólares se incrementó 6 veces más que en los últimos 50 años previos a dicho periodo, esto derivó –fundamentalmente por la emisión del periodo de pandemia– que se genere un efecto inflacionario en Estados Unidos llegando a un pico de 9% a finales del 2022, situación solamente vista a finales de la década de los años ‘70s. Ante esta situación, la Reserva Federal genera un proceso de suba de tasas de interés desde 0.25% a inicios de 2022 hasta los 5.50% desde el tercer trimestre 2023 y que ha decidido mantener y por otro lado el rendimiento de los bonos soberanos de Estados Unidos a 10 años ha tenido un incremento desde 0.75% a mediados de 2021 hasta 4.50% en mayo 2024.
Estas medidas para captar dólares del público ha surtido efecto puesto que la inflación en Estados Unidos ha descendido considerablemente hasta 3.50% a fines de abril 2024, que si bien es un gran logro, aún está lejos de la media de 2% como referencia histórica. Naturalmente, estas «tasas libres de riesgo» atractivas del orden del 5% con una inflación estabilizada en 3.5% generan una tasa de interés real positiva de 1.5% para quienes desean colocar sus dólares bajo estos instrumentos, corriendo menor riesgo que emprender cualquier tipo de aventura empresarial, más aún en países con relativa inestabilidad política y moderada incertidumbre económica. A esta parte la denominamos como «Las causas externas»
Habiendo llegado a su cúspide superando los $us 6.100 millones por exportación de gas en 2013, dicho monto se redujo a $us 2.400 millones en 2023. Por otro lado la subvención de combustibles alcanzó en 2023 los $us 1.800 millones siendo que para 2012 dicho monto fue de $us 980 En consecuencia, tanto por efecto precio como principalmente por efecto volumen extraído de campos ya agotados, el efecto neto por ambos conceptos ha sido un saldo neto negativo de más de $us 4.500 millones. Por otra parte hay que resaltar la creciente deuda externa contraída, que luego del efecto positivo por la condonación HIPC que dejó un saldo de $us 2.200 aproximadamente en 2007 se contrae deuda externa por más de $us 11.000 millones hasta los más de $us 13.000 millones al 2023, que si se asume un interés del 4.5% anual, significan obligaciones financieras por más de $us 450 millones anuales adicionales.
Finalmente, otro elemento fundamental, el déficit fiscal que, entre 2013 y 2023 acumula un saldo de $us 36.000 millones, es decir que, en un par de años más por este concepto se habrá consumido un PIB anual, siendo una parte importante los empréstitos con las empresas públicas estratégicas por $us 6.100 millones (16.9% del déficit fiscal acumulado) este importe es importante, pues es básicamente un fondo para importación de bienes e insumos. A esta otra parte la denominamos como «Las causas internas».
Todo ello ha generado una incertidumbre en los agentes económicos que ha impactado desfavorablemente en sus expectativas, llevando a proteger el poder de compra de sus ahorros a través de la compra de dólares en el mercado paralelo, lo que necesariamente impactó en un diferencial entre éste y el oficial, también de la mano con el costo financiero de las comisiones al exterior por este concepto y además con un rezago temporal por disponibilidad lo que ha impactado en la logística internacional y dando como resultado algunas señales de efecto precios en los bienes y servicios, como ejemplo, la inflación anualizada a abril 2024 del rubro de alimentos es del 6% lo que muestra también efectos en cambios de precios relativos y por otro lado, la mora de créditos empieza a crecer fundamentalmente en PyME´s, Vivienda y Consumo. A esta otra parte la denominamos como «Efecto directo en la economía».
¿Qué hacer? Pues dólares legales solo pueden venir de cuatro fuentes: Exportaciones netas positivas, Inversión extranjera directa, Remesas del exterior y Endeudamiento externo, y para todas ellas son necesarios dos aspectos claves: Confianza en la fe del Estado y Seguridad jurídica ¿Estamos por buen camino?