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El reciclaje en Bolivia registra avances, pero enfrenta desafíos para la sostenibilidad ambiental

El reciclaje se ha convertido en una práctica esencial para la sostenibilidad ambiental a nivel mundial. En Latinoamérica, esta actividad juega un papel crucial en la reducción de la contaminación y la gestión de residuos. En Bolivia, la adopción de políticas y programas de reciclaje no solo contribuye a la preservación del medio ambiente, sino que también genera oportunidades económicas y mejora la calidad de vida de sus habitantes.
Bolivia enfrenta tanto avances notables como desafíos persistentes en sus esfuerzos por mejorar el reciclaje. Las cifras más recientes reflejan un aumento en la participación ciudadana y en la capacidad de reciclaje, pero también subrayan la necesidad de políticas más robustas y una infraestructura adecuada para gestionar los residuos de manera sostenible.
Según los datos disponibles, hoy Bolivia en sus 339 municipios genera por día, aproximadamente 7.200 toneladas de residuos, es decir, al año está generando 2.628.000 toneladas, el 81,90% de los Municipios todavía trabajan a cielo abierto y el 4,10% tienen botaderos controlados, con todos los problemas de salud, contaminación e impacto ambiental que significa. Sólo el 6,78% de los municipios trabajan con relleno sanitario impermeabilizados, explicó Heiver Andrade, experto en mercados inclusivos y director de la Fundación Amigarse.
“En otras palabras si de las 2.628.000 toneladas solo reciclamos el 8%(210.240), estamos hablando que 2.606.760 terminan en botaderos y vertederos. Desaprovechando un sinfín de oportunidades”, dijo el experto.
Asimismo, según un estudio de mercado elaborado por Swisscontact y publicado en marzo de 2.023, la ciudad de Santa Cruz genera 1.924 toneladas de residuos por día.
Es importante hacer notar que de esa cantidad el 50,84% es residuo orgánico. El resto son residuos sólidos reciclables, siendo los principales, el plástico con 160 toneladas día, metales ferrosos y no ferrosos (latas de conservas,etc.) 76 toneladas día, 65 toneladas de papel y cartón, y 56 toneladas de vidrio, señaló Andrade.

Mercados para los materiales reciclabes
Por otro lado, existe un interesante mercado para el material reciclado a nivel nacional, es decir, existe demanda. El problema radica en el precio justo, que es muy bajo considerando el esfuerzo del recolector, a ello se suma la volatilidad del mercado, que tiene sus distorsiones a veces por variaciones en los mercados de combustibles fósiles y otras por la coyuntura política, económica o épocas del año. Normalmente con este último, los precios bajos se dan especialmente el primer trimestre del año; se reduce la demanda y la tendencia es un bajón en el precio.
“Cuando hablo de un precio justo, me refiero a que, por ejemplo: 22 botellas de 2 litros hacen un Kg. de Pet, que en este momento se vende a Bs 2. A veces uno no se imagina los kilómetros que debe caminar un recolector para conseguir esas 22 botellas”, apuntó el especialista en mercados inclusivos.
Las principales empresas que hoy demandan residuos son Empacar, Madepa, Molcruz, Repacar, Sogas Búfalo, entre otras.

Barreras
Bolivia tiene un importante potencial económico y ambiental en el mercado del reciclaje sin embargo hay barreras que no permiten que éste se desarrolle. Tales como la poca cultura del reciclaje que tiene la sociedad. No hace separación en origen.
Asimismo, existe una carencia de políticas adecuadas que acompañen el proceso. “La Ley 755 de Residuos por ejemplo entre los artículos 38 y 39 habla de la responsabilidad extendida del productor/generador, que para poner en vigencia los mismos se requiere de una Reglamentación especial que hasta la fecha no fue aprobada, tomando en cuenta que esta ley fue promulgada en noviembre del 2015 y su reglamentación salió un año posterior. Es decir se tiene nueve años de vigencia y no existe todavía este reglamento específico”, resaltó Andrade.
También dijo que se requiere una campaña de educación ambiental y sensibilización permanente, donde el actor principal debe ser el Gobierno Municipal de cada municipio, en el marco de sus competencias.
Del mismo modo, se debe reconocer que un actor clave en este proceso es el “reciclador de base”. En la ciudad de Santa Cruz existe un entramado importante que permitió tener el mejor índice de reciclaje a nivel nacional. “Se habla hoy que se recicla el 8,6% en la ciudad de Santa Cruz y en buena medida se debe a ellos. Esta innovación social (redes de recicladores), debe ser mejor valorada”, acotó.
Es de suma importancia una política pública que promueva la economía circular, que empiece a preocuparse desde “aguas arriba”, desde el repensar en la elaboración del producto, el rediseño, la reducción de residuo en cada eslabón de la cadena y se empiece a prohibir la demanda inducida y la obsolescencia programada en el mercado boliviano, señaló Andrade.
Una falencia que resaltó, y que debe ser mejorada, es que existe una débil coordinación entre municipio-empresa-recolectores-sociedad civil.
No onstante, destacó que cada día más empresas que se están sumando al proceso, varias de ellas empiezan a tener metas del NET ZERO (Carbono Neutro) al 2030 o 2050; e iniciaron procesos que comulgan con la Economía Circular.
Finalmente, indicó que el “futuro es circular o no habrá futuro” y que es necesario que tanto el gobierno como las empresas y organizaciones empiecen a alinearse con esta filosofía, de esa manera se coadyuvará a reducir emisiones, e incrementar la resiliencia.

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