Bolivia tiene la mayor representatividad en la UPADI a través de Carlos Ballón López, nuevo secretario de la organización y Presidente Nacional de la Sociedad de Ingenieros. Preparó un plan para socializarlo con los distintos países y ejerció una pugna con 3 países: Perú, Uruguay y Argentina.
El Presidente Nacional de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia, Carlos Ballón López, fue elegido y posesionado el pasado 6 de marzo, como nuevo Secretario de la Unión Panamericana de Asociaciones de Ingenieros (UPADI), por el periodo de 4 años. El flamante directivo habla de las necesidades del sector económico en general y de las medidas que debe tomar el gobierno para reactivar la economía.
¿Qué significa para usted y para el gremio ser parte de la UPADI?
Se buscó un espacio de representatividad y se postuló a una cartera en esta entidad que aglutina a todo el continente y tiene invitados especiales como España y Portugal. Se preparó un plan para socializarlo con los distintos países y se ejerció en esta pugna con 4 países: Perú, Uruguay, Argentina y Bolivia, quedando Bolivia con el primer puesto.
Esto le permite al país y a la ingeniería boliviana ocupar un espacio en México los primeros dos años, y posteriormente en los Estados Unidos.
¿Bolivia y el sector profesional que congrega la Sociedad, están buscando la manera de reactivar las actividades laborales e industriales. En este sentido, cómo describe la situación?
Como Sociedad de Ingenieros de Bolivia antes, durante y post confinamiento, estuvimos exigiendo a los distintos mandatarios del país cumplimiento, coordinación y una planificación adecuada que permita evitar caídas como la que ha sufrido la economía en el país, por ende todas las actividades del rubro de ingeniería también han sido perjudicadas en su desarrollo.
Hemos hecho una planilla durante todo el año pasado, para mostrarle a las autoridades que había que encontrar la forma de evitar generar esos huecos financieros que golpeaban no solamente a los ingenieros, sino también a toda la cadena de la construcción.
¿Si pudiera hacer una evaluación, de cuál es el sector que fue el más afectado en cuanto a desarrollo profesional, empresarial e industrial, cuáles mencionaría?
Desde el ámbito de la ingeniería, hemos visto que es el sector de la construcción a nivel nacional es el rubro que ha sufrido un mayor embate por la pandemia del Covid 19.
Esta situación ha permitido armar un bloque de todos los sectores allegados a la construcción liderado por la Cámara Boliviana de la Construcción, así como la Sociedad de Ingenieros de Bolivia y el Colegio de Arquitectos, para exigir que se cumpla el pago de las planillas que hasta el año pasado no llegaba a más del 30%, hoy podemos decir que hemos superado la barrera del 50% de todo lo que adeudaba el sector público al sector privado.
También puedo decir que en este sector ha bajado la inversión, ahora se está trabajando con poco más del 50% de lo que se había movido hasta en marzo del año 2020.
¿Cuáles serían las condiciones que deberían darse para reactivar los distintos sectores?
Así como el ámbito de la construcción o la ingeniería civil fue afectada, la construcción aglutina a varias otras partes de la industria como la cementera; hay otro tipo de industrias como la alimenticia, que ha sido afectada, así como todas las demás ramas.
La solución que hemos planteado es la posibilidad de accionar créditos, que nos permitan en los 10 o próximos 20 años garantizarle a la población subsanar todo lo negativo que se cosechó de la gestión 2020.
Hoy el país demanda inversión. Si bien se ha disminuido la proyección de crecimiento a 4.4% para esta gestión, consideramos que es muy temprano para lanzarse a hablar de esa cifra, si no tenemos todo el respaldo financiero necesario que nos permita determinar un cambio de dirección en cuanto al crecimiento de nuestra nación. Por ende, concluimos que es solo la inversión extranjera, los préstamos y demás artificios que podamos encontrar podrían garantizar un cambio en la pendiente de crecimiento en la industria, la economía, la ingeniería y en nuestro país.
Inversión extranjera dice usted. ¿Cómo logramos que aterrice?
Primero dándole las condiciones necesarias que tanto exigen, es decir la seguridad jurídica, estabilidad, reconocimiento contractual y fomento impositivo. En Santa Cruz se maneja muy bien ese concepto. ¿Y qué pasa en los otros 8 departamentos, por qué no pueden emular ese tipo de fomentos?
Hay que romper esos paradigmas y decirle al capital extranjero que va ser respetado; pero no en los próximos años, sino de aquí en adelante, dándole esa seguridad jurídica.
Se deben fomentar las distintas áreas agroindustriales que requieren impositivamente otro tipo de tratamiento; y con todos esos factores garantizarle al financiamiento externo no solamente de capitales privados, sino también de capitales estatales que su inversión es completamente reconocida por la ley boliviana y va ser respetada en los plazos determinados.
¿Puede mencionar cuáles son los proyectos que se están por desarrollar en el país?
Tenemos los proyectos que ya están diseñados, en carpeta y, están los nuevos que se van a proponer.
Podría mencionar el Mutún en el oriente, que es un proyecto de años atrás, pero que no hemos logrado garantizar su ejecución al 100%.
Necesitamos ajustar todas las puertas para garantizarles su conclusión o su desarrollo adecuado hasta su conclusión.
De igual manera, si hablamos de proyectos que ya han sido concebidos está el proyecto del litio en Potosí, que también necesitamos re articular, reajustar, los distintos niveles de decisión que le garanticen el desarrollo, y así como hay proyectos que están en puerta, hay otros que también están por concluir pero que le faltan el último empujón; por ejemplo el tren metropolitano en el valle cochabambino, que necesita garantizar esa certidumbre que le permita alcanzar la conclusión del proyecto.
Los proyectos que tenemos en puerta y también necesitan atención en Pando y Beni son los camineros, deben consolidarse en estos próximos cinco años para garantizarle al productor andino o beniano llegar al resto del país de forma eficiente y que no le demande gastos onerosos.
No solo se necesita consolidar el tema vial, sino también la hidrovía entre el Beni y Puerto Villarroel.
Si nos vamos al occidente, también hay varios proyectos mineros que deben encontrar un cambio al modelo desarrollado en el país.
Porque si nosotros no aprovechamos como país, el cambio que nos ofrece en la vida la pandemia de la Covid 19, para tecnificar estos procesos, difícilmente podremos encontrar el éxito, que no solamente se debería garantizar en la construcción sino en los plazos que se establecen. Porque si programamos un proyecto para 5 años y lo concluimos para 50 años, disminuye la proyección y ya no necesitaremos de ese proyecto.
¿Cuál es el modelo indicado que debemos aplicar como país y desde el gobierno para poder repuntar el motor económico del país?
El país debe, primero cambiar, actualizar y modernizar las leyes que ya son obsoletas en el entendido de garantizar, fomentar, y proyectar la inversión privada y estatal, pero de capitales extranjeros.
Se debe generar atractivo al capital extranjero que ya está en el país como Brasil, Argentina, Chile, Perú y Paraguay.
Si nos preguntamos si la industria cementera ha crecido o decrecido, la respuesta va ser que estamos hace como 10 años atrás, y no por la capacidad instalada de producción, sino en lo que está demandando el mercado.
Las cementeras tenían una planificación y venían repuntando 4 a 5 veces más de lo que demandaba el mercado boliviano, pero hemos retrocedido por todos los factores que estamos hablando.
¿Cómo revertimos eso? Dando condiciones al inversor extranjero, o a los préstamos extranjeros para que de forma ágil y eficaz funcione durante el 2021.